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Aquí sólo hay cerveza Sol o Corona
*La guerra entre las cerveceras se dio sobre todo en 3 campos de batalla: el primero es en la cantidad de expendios o agencias de cerveza, con el lanzamiento de las campañas de Six y Modelorama; el segundo fue el Carnaval de Mérida y el tercero era la Feria Yucatán Xmatkuil…y en este último es cuando Modelo lanzó su primer golpe y Cuauhtémoc-Moctezuma contraataca.
Es común llegar a una cantina, bar o restaurante en Yucatán y pedir una cerveza fría para refrescarse del calor, acompañado por la música y botanas. Pero el mesero le dice a usted, cliente, que sólo hay dos opciones: una cerveza Sol, de Cuauhtémoc Moctezuma, o una Corona, de Grupo Modelo.
Era el 18 de enero del 2015, cuando Grupo Modelo, propiedad de la empresa cervecera belga-brasileña Anheuser-Busch InBev anunció de manera sorpresiva una inversión de dos mil 800 millones de pesos para la construcción de una planta en el municipio de Hunucmá en Yucatán, la cual, tendría una capacidad de producción inicial de cinco millones de hectolitros de cerveza al año.
Esto no sólo representaba la llegada de capital fresco y una inyección económica para el estado, sino también el regreso de la Cervecería Yucateca que había desaparecido en el 2002.
Así fue anunciado por el Gobierno del Estado que entonces tenía a la cabeza a Rolando Zapata Bello y que en ese momento señaló lo siguiente:
“Sin duda, esta gran inversión será un símbolo del nuevo rostro económico de Yucatán, porque Yucatán se vuelve a posicionar como un estado de interés para la producción industrial; un territorio atractivo desde el cual se pueden reforzar el mercado interno y las exportaciones para cualquier empresa.”
Modelo regresaba con fuerza y no lo hizo sólo con esa inversión. Estaba decidido a reconquistar Yucatán y todos los espacios que había perdido en el estado que alguna vez fue suyo, recrudeciendo con esto la guerra de las cervezas.
La guerra se dio sobre todo en 3 campos de batalla: el primero es en la cantidad de expendios o agencias de cerveza, con el lanzamiento de las campañas de Six y Modelorama; el segundo fue el Carnaval de Mérida y el tercero era la Feria Yucatán Xmatkuil…y en este último es cuando Modelo lanzó su primer golpe.
En el mismo 2015 el grupo negoció con el Gobierno del Estado la exclusividad de la venta de cerveza en la Feria Yucatán en Xmatkuil, pero había un pequeño problema…ya había una empresa que tenía la exclusiva: el grupo Cuauhtémoc-Moctezuma, propiedad de la empresa holandesa Heineken, que la había adquirido 10 años antes en la administración de Patricio Patrón Laviada, cuando el comité organizador lo presidía el empresario Carlos Jorge Musi.
Pero aprovechando el impulso y los más de 2 mil 800 millones de pesos que tenía fresquesitos para Yucatán, la directiva negoció la cancelación del contrato con Cuauhtémoc-Moctezuma, e incluso se ofreció a otorgar la penalización de casi 10 millones de pesos que tendría que pagar el Gobierno del Estado por rescindir el convenio.
Esto fue aceptado por la autoridad estatal, que se dispuso a firmar un nuevo acuerdo a través del Instituto Promotor de Ferias del Estado de Yucatán (IPFY), un contrato de exclusividad para la venta y publicidad de cerveza con la empresa Las Cervezas Modelo del Sureste, S. A. de C. V., cuya vigencia sería del 1 de marzo de 2016 al 31 de diciembre de 2030, por una cantidad de 129 millones 310 mil 345 pesos.
Juan José Abraham Achach, que en ese entonces era presidente del IPFY, declaró al Diario de Yucatán que con este dinero se construyó el parque acuático Baxal Ja, se terminó de construir el Centro de Espectáculos Montejo (una de las marcas de la cervecera) y también se hicieron “el remozamiento y construcción de más naves de exposición, pavimentación del estacionamiento y del área de juegos mecánicos, reencarpetamiento y bacheo del recinto ferial, instalación de un sistema electrónico de expedición de boletos y entubado e instalación de registros de alta tensión.”
Ese dinero se recibió en dos partes: 64 millones 655 mil 172.5 pesos en 2016 y otra cantidad similar en 2017, casi todo se destinó a obras de infraestructura.
Estaba claro después de este movimiento la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma no se iba a quedar con los brazos cruzados y en ese momento se desató una guerra por el control de las exclusivas en restaurantes, bares y cantinas, ofreciendo dinero a los dueños para que sólo vendieran sus marcas.
El entonces presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados Álvaro Mimenza Aguiar, señaló en el 2015 a La Jornada Maya que Yucatán se había convertido en escenario de una guerra de las cerveceras, una en la cual las dos grandes ofrecÍan de dinero y facilidades para que sólo sus bebidas sean vendidas en los establecimientos, y pagaban desde 20 mil hasta 300 mil pesos por la exclusividad. (INFORMACION Y PODER)