Mérida

Alerta: la seguridad se puede ir trastocando cuando se viola el estado de derecho

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*Se puede trastocar cuando avancen en distintos ámbitos el consumo, distribución y comercio de drogas y nosotros como sociedad contribuimos a mantener en sigilo las situaciones que seguramente vamos escuchando o viviendo en el entorno cercano.

*Somos un estado con empleos que destacan por sus bajos salarios, graves niveles de pobreza, altos niveles de discriminación de nuestras comunidades indígenas, las personas LGTBQ, los discapacitados y aquellos que no encuadran en los estándares físicos, mentales, económicos o de vestir que algún grupo de poder ha impuesto en la sociedad

* La paz de nuestro estado no se da por generación espontánea del universo, es la suma de las voluntades y el esfuerzo de todos por generar redes de apoyo, de ayuda, que dejemos de ser el estado con mayor número de suicidios, tantos feminicidios y conflictos sociales y seamos el estado de del bienestar y del orden social pacífico

Por Hidalgo Victoria

No sé si es más complicado sentarse frente a una hoja en blanco sin que las ideas fluyan al cerebro o, por el contrario, tener en la cabeza muchos temas distintos sin decidirse sobre cual escribir.
El plan B, García Luna, las impugnaciones al plan B, la marcha del 26, la convocatoria para consejeros, el parque Tho, la oscura permuta, Sitilpech, el abandono de las comisarías, las detenciones arbitrarias, el carnaval político, etc, etc y muchos etc.
Pero, ante esa confusión decido referirme a nuestras amables lectoras y lectores, a ustedes como parte de la ciudadanía que les ha tocado vivir un proceso de transformación en su participación, en la forma de recibir información, que mediante las redes sociales se nos posibilita participar en tiempo real y que además en los próximos meses tendremos la posibilidad de premiar o castigar con nuestros votos.
Tenemos la dicha de vivir en un extraordinario estado pleno de historia, de bellezas naturales, deliciosa gastronomía, gente amable, y de paso también de intenso calor, mosquitos y angostas vías que generan muy tardadas salidas de los municipios o colonias que reciben la mayor migración, como Conkal, Kanasín, Caucel, Los Héroes, entre muchos otros.
Se dice que Yucatán y Mérida ya no es la misma y en efecto se ha transformado como también ha evolucionado nuestra ciudadanía, pero también recordar que será como queramos, que juntos iremos construyendo el futuro de nuestra entidad.
En la medida que seamos ajenos a las injusticias, a los atropellos, a los abusos de diversas autoridades, en esa medida se incrementa la posibilidad en que en algún momento nos toque padecerlo. Somos orgullosos de nuestra seguridad, pero también recordar que esa seguridad se puede ir trastocando cuando no se respete el estado de derecho, cuando avancen en distintos ámbitos el consumo, distribución y comercio de drogas y nosotros como sociedad contribuimos a mantener en sigilo las situaciones que seguramente vamos escuchando o viviendo en el entorno cercano.
Nos sorprendemos de encontrar en nuestras calles, carros de nivel super premium, con costos arriba de 5 millones de pesos rodando en nuestras calles, o peor aún, caer en alguno de los múltiples baches en nuestra ciudad. Pero se han preguntado cuantos de esos responden a una legítima actividad comercial o profesional de sus propietarios y cuales no pueden catalogarse dentro de la legalidad.
Encontramos en forma más frecuente anuncios de departamentos en nuestras playas con precios arriba de 8 o 10 millones de pesos y con la sorpresa de que se venden en su totalidad, lo cual pudiera ser motivo de orgullo del desarrollo empresarial o comercial en nuestra ciudad. Seguramente hay muchos empresarios honestos que logran avanzar en su labor mercantil, empresarial o inmobiliaria. Pero habrá otros que fueron fruto de la mafia inmobiliaria, de abusos laborales o de malos manejos empresariales o gubernamentales; o peor aún, con dinero del crimen organizado, pero que como sociedad admiramos por sus bienes materiales y se les va aceptando y cobijando en las organizaciones sociales, educativas y culturales.
Somos un estado con empleos que destacan por sus bajos salarios, con graves niveles de pobreza, con altos niveles de discriminación de nuestras comunidades indígenas, las personas LGTBQ, los discapacitados y en general aquellos que no encuadran en los estándares físicos, mentales, económicos o de vestir que algún grupo de poder ha impuesto en la sociedad.
La riqueza de una sociedad puede estar en su diversidad, siempre que se procese con pleno respeto a sus diferencias en el hablar, el vestir, el comer e incluso en celebrar y actuar. Pero si nos volvemos feroces críticos de otras formas y costumbres solo los vamos segregando y aislándonos.
Es muy lindo recorrer las bellezas naturales de nuestros 106 municipios, pero no lo es el palpar los niveles de pobreza y marginación en muchas de las comunidades de nuestro estado, y luego regresar a la comodidad de nuestro hogar. Pero el ser ajeno a esta discriminación también estamos contribuyendo a que aumente la probabilidad de que surjan fuertes y justos reclamos de quienes se sienten segregados.
Estas líneas pretenden ser un llamado a reaccionar y volvernos solidarios con quienes no han tenido nuestras oportunidades, con quienes han sido históricamente marginados sociales, económicamente y por su ideología o creencia religiosa. La paz de nuestro estado no se da por generación espontánea del universo, sino es la suma de las voluntades y el esfuerzo de todos nosotros por generar redes de apoyo, de ayuda, que dejemos de ser el estado con mayor número de suicidios, tantos feminicidios y conflictos sociales y seamos el estado de la felicidad, del bienestar y del orden social pacífico, incluyente, plural y armónico

 

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