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20 NUEVOS GRUPOS CRIMINALES EN LA 4T

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El gobierno actual no lo admite, culpa a las administraciones anteriores. Sin embargo, sus mismos organismos de seguridad lo reconocen y admiten. La Cartografía criminal, pese a la negativa oficial, se robustece.

José Sánchez López/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo

Ciudad de México.- En los casi cinco años del régimen morenista, han surgido al menos 20 nuevas organizaciones criminales, pese a la negativa oficial que sostiene que durante su gobierno no han nacido nuevos grupos y afirma que los grandes cárteles del narcotráfico son herencia de otros gobiernos y aparecieron en los sexenios del panista Felipe Calderón Hinojosa y el priista Enrique Peña Nieto.

No obstante, los mismos organismos de seguridad, como las secretarías de la Defensa Nacional, Marina, Seguridad y Protección Ciudadana, la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia, ha reconocido que durante el presente régimen surgieron nueve cárteles del narcotráfico, ocho células criminales, apéndices de los grandes cárteles de la droga, así como tres grupos delictivos.

Entre los nuevos grupos criminales, que si bien no alcanzan el término de “cárteles” si son bandas altamente generadoras de violencia y engruesan la cartografía delincuencial en México, figuran los siguientes:

El Cártel Nuevo Imperio que apareció en la escena criminal en 2021 como una escisión del Cártel de Sinaloa y opera en los municipios de Nicolás Romero, Atizapán de Zaragoza, Naucalpan de Juárez, Huixquilucan, Tlalnepantla de Baz, Tultitlán, Cuautitlán Izcalli, Teoloyucan y Tultepec, en el Estado de México y se dedica, según informes de la Fiscalía Estatal, al secuestro, extorsión, venta de droga, cobro de piso y robo de combustible

Algunos de sus principales operadores ya han sido detenidos por las autoridades mexiquenses, entre los que se encuentran Joel Jossin, alias el Jostin; Ezequiel “N”, El Cheque; Elías “N”, El Gordo; Eduardo “N”, El Pateado; Óscar “N”, El Soldado e Isaac “N”, El Flaco.

Actualmente, es liderado por Néstor Arturo López, alias El 20, considerado como un objetivo prioritario de las autoridades, tanto para la entidad mexiquense.

Aparece también el Cártel de San Luis Potosí Nueva Generación, con presencia en los municipios de Tanquián de Escobedo, San Vicente Tancuayalab, Tamuín, Tampamolón de Corona, Tampacan y en la ciudad de San Luis Potosí, cuyas actividades delictivas se tienen registradas desde 2020.

Este estado, de acuerdo al informe elaborado por el Segundo Sector Militar en San Luis Potosí, es una de las más importantes del país para el trasiego de drogas, ya que es el punto intermedio con cuatro grandes puertos: Tamaulipas, Nayarit, Jalisco y Colima.

Uno más, es El Cártel Independiente de Colima, Cártel de los Mini K o Cártel de Los Mezcales, que nació tras romper con el Cártel de Sinaloa. La principal disputa es con el Cártel Jalisco Nueva Generación por el puerto de Manzanillo, punto de entrada de precursores químicos procedentes de Asia y de tránsito de narcóticos hacia Estados Unidos.

La rivalidad entre ambas organizaciones se traduce en ejecuciones, dejando a un lado de las víctimas narcomensajes amenazantes para unos y otros. Según sean los caídos.

Uno de ellos, dejado por el Cártel de Colima, decía lo siguiente:

“Azael y Gabino, traicionaron al que les salvó la vida varias veces, hoy solo los van a usar mientras los ocupan. Uno les demostró lealtad, pero no supieron valorar, así (que) pónganse vergas, por donde menos piensan les va a llegar el putazo, pinches traidores, porque han matado gente inocente. Puro Cártel Independiente de Colima. ATTE. El Fantasma.”

Otro grupo criminal surgido en esta administración y que se ha reconocido en los informes de seguridad, son el Cártel de San Juán Chamula, primera organización indígena del país que figuró en 2021 y que tiene presencia en los Altos de Chiapas.

En la primera década del siglo XXI, Los Zetas llegaron a los Altos de Chiapas y se adueñaron del trasiego de droga, de la tala de madera, del robo de combustible, tráfico de armas y de personas.

Desplegaron células o “estacas” en municipios chiapanecos estratégicos para controlarlos y de esa manera quedaron bajo su dominio: Comitán, San Andrés Larráinzar, Chenalhó, San Juan Chamula y San Cristóbal de las Casas, entre otras poblaciones.

Tras el declive de los Zetas, en San Juan Chamula surgió el primer cártel indígena, el Cártel Chamula, que aprendió todas las estrategias del grupo criminal y decidió explotarlas en su propio provecho, pero además tomó control de la trata de personas, de los giros negros, del tráfico de migrantes y del cobro de piso.

El Cártel de Caborca es otra de esas organizaciones, fundado por el capo Rafael Caro Quintero, cuando fue puesto en libertad el 9 de agosto de 2013 por una pifia judicial, aunque fue recapturado en julio de 2022 en Choix, Sinaloa.

Pero la organización ya había quedado integrada y pese a la reaprehensión de Caro Quintero y a la de algunos lugartenientes que había designado al capo, a la fecha el jefe de sicarios, identificado como Jesús Darío Murrieta Navarro, alias El Cara de Cochi, sería el responsable del Cártel de Caborca.

El cártel de Los Alemanes, es otro grupo más que se desprende de Los Zetas. Fue fundado por Alfredo Alemán Narváez, mejor conocido como “El Comandante Alemán” un exlíder de Los Zetas en San Luis Potosí.

El 17 de noviembre de 2011, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), informó que en colaboración con la entonces Procuraduría General de la República (PGR), El Comandante Alemán había sido detenido.

Alemán Narváez era un hombre cercano a Miguel Ángel Treviño Morales, alias “El 40″ y a Iván Velázquez Caballero, “El Talibán”, quienes lo consideraban su principal colaborador en San Luis Potosí, dándole apoyo para sostener la pugna en contra del Cártel del Golfo, en la región de la Huasteca Potosina.

El 40″ encomendó a Alemán Narváez la tarea de controlar y fortalecer la presencia de Los Zetas en San Luis Potosí, dando así origen al grupo delictivo de Los Alemanes.

Dentro de las actividades delictivas que Los Alemanes realizan en el estado, destacan las ejecuciones, secuestros, extorsiones, robo de transporte, trasiego de droga, armamento, extracción, robo de combustible y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Para ello, de acuerdo a documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional que fueron hackeados y filtrados por el grupo Guacamaya leaks, cuentan con la protección de Ministeriales, la cooperación de algunos elementos de la Guardia Nacional e incluso se dice que mantienen el control de actividades delictivas dentro del Centro Penitenciario de La Pila.

Según Guacamaya Leaks, luego de la aprehensión de “El Comandante Alemán” el 23 de septiembre de 2022, en Nuevo León, su organización criminal quedó en manos de sus cuatro hijos: Luis Alfredo de 30 años, Adrián A. de 22, Berenice A. de 20 y Diana A. de 26.

Y aunque Adrián fue detenido, igual que su padre, la disputa de Los Alemanes con el Cártel del Golfo y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) continúa sembrando terror en cada rincón de San Luis Potosí, dejando no solo violentos episodios a su paso, sino también cobrando la vida y libertad de aquellas personas que buscan una mejor calidad de vida en Estados Unidos.

“O se alinean o se mueren” es la advertencia mortal con la que Los Alemanes mantienen su presencia en San Luis Potosí.

A mediados de año, autoridades estatales y federales desplegaron operativos para ubicar a 20 personas que habían sido reportadas como desaparecidas.

Las acciones investigativas dieron resultado y en el tramo de la Carretera Federal 57 fueron localizados los desaparecidos, pero no precisamente los 20 que habían sido reportados, sino más de 100 migrantes que también habían sido plagiados durante su travesía por llegar a Estados Unidos.

Ello reveló que además del tráfico de drogas y armas que distintas organizaciones criminales realizan en los territorios que controlan, el tráfico y secuestro de migrantes también ha sido adoptado como negocio por los grupos delictivos, tal y como lo hacen Los Alemanes.

También se ha mencionado la aparición del Cártel Pueblos Unidos o Los Michoacanos, surgido como grupo de autodefensa en 2021, pero luego fue declarado por la SEDENA como grupo criminal.

De manera oficial también reconocen la existencia del Cártel La Unión de León, tras la detención de tres miembros de esa banda en Guanajuato que opera en los municipios de Silao, Apaseo el Alto, Cortázar, Celaya, Apaseo el Grande, Irapuato, León y Guanajuato capital.

Hasta 2020 el Cártel La Unión de León era solo una célula ligada al Cártel Santa Rosa de Lima, pero tras la captura de José Antonio Yépez Ortiz El Marro, líder de esa organización, esta se configuró como cártel del narcotráfico en alianza con el CJNG.

Los nuevos grupos delincuenciales dedicados al robo de hidrocarburos que se han reconocido en esta administración, son: Los Cenobios que operan desde 2021 en Cuautepec, Hidalgo; Los Borregos, que aparecieron en 2019 y sustraen legalmente gas LP a gran escala en el ducto Cactus Guadalajara, en el Estado de México, y Los Rábanos 2022, dedicados al huachicoleo en Tepeji del Río, Hidalgo.

Entre los brazos armados o células de los grandes cárteles de la droga que han sido reconocidas en los informes de seguridad como independientes, están: Los Pelavacas, afines al Cártel de Sinaloa, con registro de su surgimiento en 2021 y actividades en Guanajuato.

En esta lista también están Los Zorros, aliados al CJNG, cuya aparición fue en 2021, con presencia en Jalisco, Colima y Estado de México; Los Rusos, en alianza con la fracción del Ismael El Mayo Zambada, del Cártel de Sinaloa, surgieron en 2019, con actividades en Baja California y Sonora.

Otras organizaciones son Los Pelones 33, pertenecientes a La Plaza, brazo armado del Cártel de Caborca y otras cuatro células afines al Cártel de Sinaloa.

Los Deltas, Los Chapitas, Gente Nueva Jaguar, Gente Nueva Salazar, Los Machetes de la Chapiza, entre muchos otros, son algunos de otros grupos surgidos a raíz de la atomización de los grandes cárteles.

Se presume que mientras el gobierno federal, secundado por los gobiernos estatales y municipales, mantengan la misma estrategia en el combate al crimen organizado, seguirán surgiendo más y más grupos criminales, que si bien la mayoría siguen siendo considerados solo tentáculos de las grandes organizaciones, de dejarlos seguir creciendo llegarán a ser igual o más peligrosos que los cárteles de los que emergieron.

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