EL CHI´BA K´IN

Por José Iván Borges Castillo

ECLIPSE SOLAR EN LA MEMORIA DE NUESTRO PUEBLO

Unas las tradiciones más antiguas que se ejecutan durante los eclipses es la de hacer un gran ruido, haciendo sonar tablas, latas y hasta reventar las escopetas. Esta acción se realizaba principalmente en los eclipses lunares, para defender a la mamá luna que es mordida y comida por las hormigas que en maya tienen el nombre de Xula. Quizá esta acción misma trascendió cuando los eclipses solares tenían presencia. Ritos antiguos que se han conservado hasta el presente. El cronista Pedro Sánchez de Aguilar refiere en su Informe contra Idolurom escrito en 1613, que presenció esta tradición del “gran ruido” en el pueblo de Yalcobá, donde era párroco.

Los Chilam Balam tanto de Chumayel como de Ixil, abordan el tema de los eclipses, tanto el solar como el lunar. Señalando que estas se realizaban por especial fenómeno, y deja claro que no era que mordían al sol o a la luna, quizá esto del gran ruido se deba más a una cuestión ritual de ejecución que marcaba el pensamiento religioso prehispánico que ha llegado hasta nosotros.

El libro de Chumayel señala que cuando ocurre un eclipse de sol “No es que sea mordido. Se interpone con la luna, aun lado de la tierra.” Y concluye refiriendo: “es señal que da Dios de que se igualan”, igualdad entre los significados de importancia de la luna y el sol, pero mientras estos hechos ocurren en el firmamento, las sombras que cubren los pueblos en pleno día dan como resultado un sinfín de creencias, destacando el llamado Akabaal.

¿Qué es el Akabaal? Es una palabra en maya con la que definen al tiempo en que se realiza el eclipse solar, que en maya decimos Chi´bal K´in, en esos momentos los objetos que nos sirven en la vida cotidiana pueden cobrar vida; será entonces que la escoba por sí sola camine, que la banqueta baile su danza al ritmo de las palmas que se escuchan cuando se pone a la orilla de las tortillas, el banquillo caminará alrededor de la casa, y todos los objetos mismos se moverán. En esos momentos que tienen vida pueden dar castigo a los que los maltrataron. Por esos en varias casas se amarraban la banquera, el banquillo, la escoba, todos los objetos de la casa.

Chilam Balam de Ixil expone: “La sombra de la tierra escondía su vista. Se apagó su claridad cuando fue mordida… atravesó la tierra y a sus pueblos. Los dos (soles) estaban arriba de la tierra y entonces fue cubierto (uno de los) soles y desapareció su claridad.”

Los eclipses son fenómenos astronómicos que muestra la sabiduría del pueblo maya, que las presencio, les dio nombre, significado y las incorporó como muestras rituales de una religiosidad que, triste de confesar, cada vez se ve más perdida.

¿Dónde se escucharon el sonido de latas, tablas y reventar escopetas? ¿Dónde se amarraron las sillas, la mesa o el banquillo? ¿Quién respeta el Akabaal? Nuestra cultura maya trasmitida de generación en generación parece estrellarse en una época dura que la hace difícil de continuar…

Muchas de las cosas antiguas, de esa enorme sabiduría que habitaba en nuestros abuelos se ha perdido cuando ellos bajaron a sus sepulturas, al no haber nadie que las registre escribiéndolas; ciertamente ellos transmitieron lo que recibieron de sus mayores, cual herencia en creencias, mientras que las nuevas generaciones aturdidas por los avances de la tecnología moderna echan en saco roto todas las consejas y creencias que nuestros abuelos relataba. Es necesario repetir lo que escuchamos de los mayores, para que la tradición oral, la sabiduría de nuestros pueblos no se pierda y continúe. Yo solo trasmito y conservo lo que recibí de ellos.

José Iván Borges Castillo
Tekal de Venegas, Yuc.
14 de octubre del 2023